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Apoyo Emocional Conocemos muy bien las etapas que se viven en esta experiencia, desde el diagnóstico, las cirugías, los posibles tratamientos, los seguimientos y hasta la incertidumbre post cáncer que todo el proceso hace sentir a la persona y a su familia. En cada etapa sabemos de la especial necesidad de apoyo emocional e informativo, que es de particular importancia cuando se trata de personas de menos recursos económicos. Creemos profundamente en nuestro trabajo ya que son años de investigación, estudio y además experiencia en carne propia con el cáncer los que respaldan nuestra misión, optimismo y nuestra óptica para abordarlo en cada una de sus etapas. Quisiéramos resaltar aquí que no nos estamos refiriendo a la persona diagnosticada usando la palabra “paciente” debido a que sabemos que es necesaria su activa participación en su recuperación, asumiendo obviamente que la debida paciencia en el proceso es importante -como lo mencionamos al hablar de la fortaleza-, pero que la participación de la persona se hace indispensable. Sabemos por los resultados que venimos obteniendo, por nuestra experiencia anterior en este trabajo y por las investigaciones que a lo largo de los años se vienen realizando al respecto, que el apoyo psicológico en general y especialmente el apoyo emocional que brindamos está ayudando a salvar más vidas, así también, estamos completamente convencidos de que las personas que ya han superado el cáncer (y que se incorporan a nuestra asociación) resultan ser importantísimas para ayudar a otras a recuperarse. Fortaleza Consideramos que la fortaleza es una virtud que perfecciona a las virtudes ya adquiridas y que sostiene a la persona. Consistiría en tener el valor y la paciente constancia para perseverar, atravesando los obstáculos de una mala situación. La fortaleza paradójicamente supone vulnerabilidad, es decir, si el ser humano puede ser fuerte es porque esencialmente es vulnerable. Se basa en aceptar el riesgo de ser “herido en la realización del bien”, enfrentando así a la agresión que pueda sufrir la integridad y a todo lo que nos cause dolor, de esta manera los ingredientes más importantes de la fortaleza son la resistencia y la paciencia. Resistencia a todas las calamidades y paciencia sin dejarse arrastrar a un desordenado estado de tristeza y de temor, conservando la serenidad. Si tomamos en cuenta que la fortaleza es nombrada en tercer lugar en la serie de las virtudes cardinales y que esta enumeración no es casual, hay que enfatizar que sin prudencia y sin justicia no hay fortaleza, entonces, el que es prudente y justo puede además ser valiente y fuerte, lo que es distinto a no sentir miedo. Así, la prudencia indica que la esencia de la fortaleza no es el exponerse de cualquier forma a un riesgo, sino que implica una entrega de sí mismo conforme a la razón y a lo real, teniendo una valoración justa de las cosas, tanto de las que se arriesga como de las que se espera ganar. Sobre la base de esta importante visión de la fortaleza como virtud, queremos agregar que en nuestra asociación, en general, desarrollarla significa poder realmente ver el lado positivo aún de las experiencias más duras, afrontando estas situaciones penosas para salir muy fortalecidos de ellas, lo que indica un aprendizaje de los recursos propios aún desconocidos, como también de mejores cualidades para continuar con los proyectos de la vida. La fortaleza psicológica se manifiesta con mayor evidencia en situaciones de crisis implicando: flexibilidad, creatividad y sentido de vida. En AFYC tenemos claro que un diagnóstico de cáncer requiere de todo lo que se incluye en la fortaleza, más aún en la etapa de cirugías, de tratamientos y de la normal incertidumbre que la persona experimenta al no tener el control de lo que pueda ocurrir en su vida, después de todo. Es en este sentido que trabajamos considerando como fundamental esa relación positiva entre el proceso del cáncer y el desarrollo de la fortaleza. |